Tu memoria será tu antorcha

Escribe: Leonardo Galante.

El neoliberalismo reforzó su lucha para consolidar su visión del rol del Estado y de la sociedades contemporáneas, planteando la necesidad de subordinar a la democracia al papel dominante del mercado como una regla ineludible para alcanzar el éxito individual en nombre de una falsa idea de libertad. De esta forma la derecha a nivel global (y el Uruguay no es una excepción) inició un proceso ideológico feroz de lucha por la hegemonía del poder político y económico. Uno de los objetivos de esta ideología, es destruir la confianza colectiva, la cual se quiebra para que aparezca en escena un populismo descarnado cuyo objetivo es destruir al estado de bienestar, y sustituirlo por la idea de un mercado habitado por consumidores de contenidos y usuarios de aplicaciones. Un universo donde el mercado prescinde del valor de la ciudadanía y no reconoce derechos. El terreno fértil para desplegar un capitalismo salvaje cuyos resultados sociales y económicos siembran enormes brechas sociales y económicas.

En este quinquenio que llega a su fin, la derecha deja un triste legado con un país dividido donde la inmensa mayoría de los uruguayos viven en la pobreza, la marginalidad y la incultura y a merced del crimen organizado. Para el instituto Cuesta Duarte, en este período de gobierno hubo una “insuficiencia” en las políticas implementadas en la pandemia para “mitigar sus efectos más nocivos”, lo que se refleja en que “el ‘derrame’ no llega a los sectores más vulnerables”. Pese al crecimiento de la economía de los últimos años, la pobreza y la desigualdad se acrecentaron en 2023 en comparación a 2019, concluye el informe. El estudio tuvo como punto de partida los datos que del Instituto Nacional de Estadística. En síntesis, el documento afirma que el país “retrocedió” en términos de pobreza y desigualdad con respecto a los niveles pre pandemia, a pesar de que la economía “hoy es más rica y genera un mayor volumen de ingresos totales”. Para el Instituto Cuesta Duarte, en este período hubo errores para “mitigar los efectos más nocivos” que dejó la pandemia, situación que se refleja en que “el ‘derrame’ no llegó a los sectores más vulnerables” al tiempo que se “confirma la necesidad de potenciar y fortalecer tanto la matriz de protección social, como las políticas públicas de integración, para avanzar hacia una sociedad más inclusiva.

El gobierno en retirada deja un país donde aumentó la pobreza, especialmente la infantil, con el registro más alto en la historia del Uruguay como es el explosivo crecimiento de la mortalidad infantil. El ex subsecretario de Salud Pública del Frente Amplio, Leonel Briozzo, señaló que el aumento de la tasa de mortalidad infantil en Uruguay, se incrementó a 7,3 por mil nacidos vivos en el año 2023 según datos del ministerio de Salud Pública. Briozzo expresó que este incremento» no debería sorprender», debido a que el aumento significativo de la inequidad en el país, impacta directamente en la mortalidad infantil. Según Briozzo, “la inequidad creciente ha llevado a un aumento de la pobreza en los sectores más vulnerables, lo que tiene un impacto directo en la salud de la población.” El ex subsecretario destacó que la pandemia y la emergencia sanitaria golpearon de manera desproporcionada a estos sectores vulnerables, lo que contribuyó a que se agrave la situación. Añadió que “la mayoría de los casos de mortalidad infantil se encuentran en hogares monoparentales encabezados por mujeres jóvenes, con múltiples hijos a su cargo, y que enfrentan dificultades para acceder al trabajo y a una cobertura sanitaria adecuada.” Briozzo, enfatizó la importancia de abordar estos problemas desde una perspectiva integral, promoviendo “los derechos de las mujeres, mejorando sus condiciones de vida y salud, y brindando acceso a métodos anticonceptivos y herramientas para el desarrollo de la crianza.” Además indicó que es necesario instrumentar políticas educativas integrales en materia de sexualidad como parte de la solución para prevenir “la violencia de género y mejorar las condiciones de vida de las mujeres.” Cabe recordar que la pobreza infantil aumentó 20% y en Montevideo hay más de 2.600 personas viviendo en la calle. Briozo enfatizó que la pobreza infantil está por encima del registro previo a la pandemia La tasa de mortalidad infantil tuvo un aumento que “nunca hemos tenido desde que se llevan registros”.

La pobreza y la desesperación se apoderan de la vida de nuestra gente. Si algo le faltaba al retroceso que vive el país, la inseguridad ciudadana se lleva el primer lugar en la preocupación de los uruguayos. El senador frenteamplista, Charles Carrera,criticó al gobierno por la crisis que actualmente vive la sociedad uruguaya en materia de seguridad pública. Carrera, enfatizó que “estamos viviendo una situación de emergencia en inseguridad. Es hora de asumir que han sido superados por la violencia y que la inseguridad no se solucionaba con meras consignas”. Agregó que los dirigentes del oficialismo “no se hacen cargo y viven poniendo excusas”. En tanto frente a este complejo panorama el precandidato frenteamplista Yamandú Orsi reclamó una política donde la ética sea la norma y la transparencia sea lo más normal. Orsi agregó que es necesario “ lograr una sociedad mejor; ese país que vuelva a ese equilibrio de crecimiento, desarrollo y cohesión social, al que hay que agregarle un país donde la ética en la política sea la norma”. Sobre la creciente inseguridad ciudadana el senador del Frente Amplio, Alejandro Sánchez, dijo a manera de autocrítica que «nosotros cometimos muchos errores cuando fuimos gobierno y pagamos el precio porque no logramos detener los delitos. Hicimos muchas cosas muy buenas, pero no logramos detener los delitos, los delitos crecieron y quienes eran oposición en aquel momento hicieron una campaña furibunda estableciendo un elemento que era ‘se resuelve fácil’. Sánchez agregó que la derecha «llegó al gobierno y resulta que no se resuelve fácil, y las cosas empeoraron. Habían construido una idea de que sacando al Frente Amplio del gobierno esto se resolvía y lo que terminó pasando es que el crimen organizado ha aumentado, que la presencia del narcotráfico es mucho más fuerte. Tenemos un ministerio que siempre anunció nuevos planes y nunca los conocimos, y mucho menos sus resultados”.

La memoria es la clave para asistir a la luz del entendimiento. En un año crucial para el Uruguay la antorcha de la memoria simboliza esa luz que permite disipar las tinieblas del camino. La eterna lucha entre la luz y la sombra. La oscuridad implica peligro, ignorancia, no ver con claridad lo que pudiera ocultarse detrás de falsas promesas. Por estas y otras razones, el último domingo de octubre, amigo lector, tu memoria será siempre tu antorcha, tu mejor aliado, a la hora de elegir un proyecto y un rumbo de país.

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En otras palabras

Cuando la esperanza falla, renace la nostalgia por los aventureros desilusionados, así aparece la derecha con su resignada posverdad, el fin de la historia o de las ideologías. Políticos o editorialistas, las y los autores e ideólogos pertenecientes a esa tradición se suelen mostrar muy críticos con un proyecto que los desafía, y lo desprecian porque está demasiado sujeto a las aspiraciones sencillas y conformistas de la multitud.
Su romanticismo profundamente conservador, no ofrece ningún futuro deseable, porque ese no es su objetivo. En realidad su tiempo ideal es algo parecido a los enloquecidos años noventa.
Entonces van por la vida con ese estilo canchero, desacomplejado, notoriamente preocupado pero valientemente desinhibido, hacen frente al desencanto de la gente con brío, aunque lamentan haber perdido la grandeza de los sueños del pasado y se atreven a hacer promesas como si no tuvieran nada que explicar. Hablan con una lucidez melancólica porque saben que no la tienen fácil y tienen la audacia de decirle otra vez a la gente lo que saben que no van a hacer. Sus temas son de candente actualidad: desprecio por la época, nostalgia por los referentes del pasado y enojo ante un presente desconfigurado; un profundo malestar ante un futuro que parece un callejón sin salida, la sensación de que todo está perdido, la convicción de que somos impotentes. Entonces traen sus conocidas propuestas que en el mejor de los casos provienen del siglo pasado, porque muchas son aún más viejas.
Aparte de los muchos problemas de la vida cotidiana, estas cuestiones de fondo son parte de las muchas razones por las que tenemos que cambiar; porque aunque a las y los representantes de la derecha multicolor no les guste tenemos la posibilidad de hacer otro futuro y es eso exactamente lo que nos proponemos hacer.

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Aquí y Ahora

A medio año de las elecciones nacionales de octubre, la encuesta de CIFRA muestra un escenario dividido. El 88% de los electores tiene decidido su voto o al menos ya expresa una preferencia por uno de los partidos que competirán.
El 45% de los uruguayos habilitados prefiere al Frente Amplio, el 32% al partido Nacional, el 7% al partido Colorado, 3% a Cabildo Abierto y el 1% al PI.
Con el comienzo intensivo de la campaña electoral, podría esperarse que algunos votantes cambiaran su decisión preliminar y optaran por apoyar a otro partido. Aunque seguramente algunos lo están haciendo, los resultados agregados muestran una gran estabilidad en el respaldo a cada uno de los partidos en pugna. En las tres mediciones realizadas en 2024 se observa que el Frente Amplio pierde dos puntos de febrero a abril –de un pico de 47% pasa a 45%– y el partido Nacional sube un punto –de 31% en febrero a 32% en marzo, porcentaje que mantiene en abril. Los otros partidos socios de la coalición siguen en 11%. Estos pequeños cambios reducen la diferencia entre los bloques de oposición y gobierno: era de 5 puntos en febrero y ahora es de 2. Se debe recalcar, además, que las variaciones registradas son pequeñas, y los cambios de apoyo de los dos bloques están dentro del margen de error de la encuesta.
Si se analiza la evolución a más largo plazo, desde comienzos de 2023, el Frente Amplio tuvo algo más de apoyo que la coalición a lo largo de todo el período. Hoy la diferencia es la más pequeña después de la que se registró justo un año atrás, en abril de 2023. También se observa que el apoyo al Frente Amplio creció desde agosto 2023 hasta febrero de este año y desde entonces disminuye dos puntos. La preferencia por alguno de los partidos de la coalición también creció desde agosto y se estabiliza en este último mes.
El apoyo a los dos bloques oscila más por región. El Frente Amplio tiene la preferencia de la mayoría absoluta de los capitalinos, aunque desde febrero baja, de 58 a 51%. Sube un punto en el interior, pero no le alcanza para compensar la pérdida en la capital.
La coalición es más fuerte en el interior del país, donde hoy el 47% votaría a algún partido que la integra, pero también ese apoyo oscila: era de 47% en febrero, y había subido en marzo al 52%, pero hoy vuelve al mismo 47% que tenía dos meses atrás. Sin embargo, compensa esa caída con una recuperación de apoyo en Montevideo: tenía apenas 32% el mes pasado y hoy alcanza el 38%.
Falta medio año para las elecciones nacionales y antes de esa fecha tendrán lugar las elecciones internas. La gente vota a un partido pero también a un candidato. Y el candidato pesa aún más para ese 10-12% que no tiene ninguna preferencia partidaria. Por eso importa mucho quién gane la interna de cada partido y cómo manejen la transición de ser precandidatos atractivos para los militantes –que son los que más votan en internas no obligatorias—a ser candidatos presidenciales que resulten convincentes para la gente más alejada de la política y los partidos.

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